Colecciones y coleccionistas: Steven Cohen, "El depredador"

Hubo una época en la que los coleccionistas de arte eran excelentes conocedores de la Historia del Arte, buscaban siempre las mejores piezas y creaban grandes colecciones para legar a las siguientes generaciones. Pero ahora existe una nueva generación de coleccionistas, un grupo de magnates a los que lo único que parece importarles es quién gasta más dinero en obras de arte en menos tiempo y cuánto podrán ganar al revenderlas. Un claro ejemplo es el inversor financiero Steven A. Cohen, quien compra y vende arte a gran velocidad, como si fueran unas acciones más.

Para Steven, su colección de arte es una empresa más en su imperio de 8 billones de dólares, una de las grandes fortunas de EEUU. Arrancó comprando arte en el año 2000 y en solo doce años armó una colección en la que gastó más de 700 millones de dolares, impresionante, no? Sus compras han sido variadas, tanto obras impresionistas y postimpresionistas de primer nivel ( Gauguin, Van Gogh, Munch) como arte moderno y contemporáneo, que es su punto fuerte.
Su obra más famosa es The Physical Impossibility of Death in the Mind of Someone Living de Damien Hirst, el famoso tiburón en formol, comprado por más de 8 millones de dólares.

Una anécdota llamativa es que en 2006, Cohen tuvo que gastarse más de 100.000 dólares en sustituir al tiburón de la obra de Hirst porque había comenzado a pudrirse.
 Pero Steve Cohen no solo compra arte, también lo vende. El año pasado mandó a subasta uno de los retratos que Andy Warhol le hizo a Elizabeth Taylor. Y ahora hará lo mismo con una obra maestra de Gerhard Richter, uno de los artistas cuya cotización subió más el año pasado. ¿Quizá por eso Cohen la saca ahora a la venta?

Colecciones y coleccionistas: la Frick Collection

Un coleccionista de arte no es aquel que compra 2 o 3 obras para decorar su casa. Una verdadera colección es aquella que, no importa si formada por 2 o 100 piezas, tiene una coherencia, un hilo conductor, una orientación hacia un determinado artista, contexto histórico o temática. No todos los coleccionistas son millonarios y famosos. Los que mantienen activo al mercado son una masa de coleccionistas de nivel medio que no gastan mas de u$s 800-1000 por pieza. Pero, por su puesto, son las colecciones de los millonarios las que crean museos. Porque nadie pasa a la historia por su riqueza, por eso los magnates hacen colecciones de arte y museos, para no quedar en el olvido y trascender.
Henry Clay Frick amasó su fortuna a principios del siglo XX gracias a negocios relacionados con la metalurgia. Su objetivo fue crear la colección de arte más importante de América y dedicó su vida y su dinero para conseguirlo. Sus compras incluyen Vermeer, Turner, Tiziano, El Greco, Rembrandt, todos los grandes maestros y, además, muebles fabulosos, firmados por los mejores ebanistas de la historia, capaces de hacer suspirar a cualquier amante de las artes decorativas. En 1913 se trasladó desde Pittsburgh a Nueva York e hizo construir una mansión donde pasaría sus últimos años de vida y que, desde 1935, es sede de su museo.
Hoy la Frick Collection es una de las visitas imprescindibles de New York, quizás la mejor colección privada de arte a nivel mundial.Y todo gracias al legado de un hombre que logró pasar a la historia no por su dinero si no por su aporte a la cultura y el arte.