Historia de un ladrón de obras de arte

Imagen

René van den Berghe, mas conocido como Erik el belga, es considerado uno de los ladrones de arte mas importante de todos los tiempos. Siendo joven fue pintor, luego comenzó a trabajar como anticuario y se transformó en ladrón para abastecer a sus clientes con piezas únicas. Comenzó robando museos en Francia y Alemania, donde cayó preso. En 1975 huyó de la carcel y se instaló en España, donde siguió su raid delictivo. Armó diferentes bandas y se especializó en arte cristiano antiguo, sobre todo medieval. Sus grandes golpes incluyen manuscritos del siglo VIII de la catedral de El Burgo de Osma (Soria) y toda la colección del Museo Catedralicio de Roda de Isábena (Huesca). Seis países llegaron a pedir su extradición y se le atribuye el robo de unas 6000 piezas aunque el asegura que habrán sido unas 600. Además, el afirma que que no robaba, que solo recogía obras que la Iglesia no sabía apreciar y tenía abandonadas y las llevaba a coleccionistas que sí las valoraban y las mantendrían impecables.
Hoy Erik vive en Málaga, tiene 71 años y es un marchante respetable de obras románicas y góticas, un buen restaurador y pinta en sus ratos libres. Si alguien piensa que pudo tener algo que ver con la desaparición del Códice Calixtino Erik tiene coartada: afirma que ese día estuvo en su casa pintando.