El peor final para una escultura de Minujín

Marta Minujín es una artista plástica argentina famosa por sus obras efímeras como el Obelisco de Pan Dulce o el Partenón de Libros. En el año 1998 proyectó una escultura monumental: una silueta femenina en hierro, de 5000 kg, que alcanzaría una altura de 26 metros. Bautizada MIC 2000, Mujer, Intelecto, Consumismo 2000, la idea original era ubicarla en la Reserva Ecológica de Costanera Sur y el proyecto anunciaba también que contaría con un ascensor y un mirador en lo alto para observar las estrellas. Los problemas para la escultura comenzaron temprano con la perdida de los sponsors corporativos que iban a financiar su construcción, que quedó inconclusa. Luego el gobierno de la ciudad, en ese momento en manos de Fernando De la Rua, no le concedió el predio para su ubicación. A partir de ese momento la mole de hierro sin cabeza comenzó a buscar su lugar: pasó por el Museo de Arte Moderno (hoy en plena refacción), la Fundación Lebensohn, en total 9 mudanzas, para encontrarse hoy abandonada bajo la Autopista 9 de Julio Sur, cerca de Constitución. El final más triste para una obra de arte: terminar inconclusa, olvidada y tirada entre la basura.