jueves, 29 de abril de 2010

Un Dios Salvaje



Anoche fui a La Plaza a ver Un Dios Salvaje.
La primer mitad de la obra me sentí realmente incómoda. La situación, los personajes mostrando esas situaciones que conozco tan bien, el tener que pilotear un momento ante gente que nos importa un pito, aparentar ser personas educadas, la moral, la sociedad que nos obliga a comportarnos de cual o tal manera.
Y la segunda parte se fue todo al carajo, los personajes pierden la compostura, se muestran tal cual son, con sus miserias y contradicciones, se vuelven HUMANOS. Más allá que no me reí taaanto (aunque la gente a mi alrededor practicamente moría de risa) destaco el planteo de la autora (Yasmina Reza, la de Art, que sí me encantó hace mucho tiempo): todos tenemos nuestros instintos primitivos latentes. Siglos de cultura nos disfrazaron de gente civilizada pero hay solo un delgado límite, fragil, muy fragil, que nos separa de la barbarie. Y hasta la mínima situación banal puede lograr sacar de nosotros lo peor.
O será lo autentico?

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